
Tratamiento para la gripe y resfriado
La mejor manera de tratar la gripe y el resfriado
El tratamiento más habitual de las infecciones respiratorias agudas causadas por virus de la gripe y el resfriado, consiste en paliar los síntomas mientras la enfermedad sigue su curso y las defensas del organismo eliminan los virus. Por eso, debemos seleccionar aquellos medicamentos que mejor se adapten en cada caso a los síntomas que presentamos y queremos aliviar.
Tratamiento sintomático del resfriado
- Mucolíticos/Expectorantes:
Ayudan a eliminar el exceso de mucosidad. Los mucolíticos regulan la composición y consistencia del moco, fluidificándolo, lo que facilita su expulsión. Los expectorantes aumentan el volumen de las secreciones bronquiales y disminuyen su viscosidad. Ejemplo: carbocisteína, guaifenesina. - Descongestivos:
Pueden ser de administración tópica u oral. Actúan reduciendo la inflamación de las mucosas nasales, mejorando la capacidad de respirar. Por lo general, se aconseja un empleo máximo de 3-4 días. Ejemplo: pseudoefedrina. - Antihistamínicos:
También pueden ser de administración tópica u oral. Ayudan a reducir los síntomas asociados al proceso de la alergia, como el picor y la secreción nasal o los estornudos, por lo que también se administra en casos de resfriados. Ejemplo: clorfenamina. - Antisépticos y anestésicos locales:
Indicados para el tratamiento de infecciones bucofaríngeas leves que, por lo general, cursan con dolor y sin fiebre. Los antisépticos se utilizan en caso de infección bacteriana, mientras que los anestésicos locales ayudan a paliar o disminuir el dolor, aliviando temporalmente el dolor de garganta.
Tratamiento sintomático de la gripe
- Antitusivos:
Alivian la tos seca, improductiva, inhibiendo el reflejo de la tos. Facilitan el descanso nocturno de la persona que la padece. Ejemplo: dextrometorfano. - Descongestivos:
Aunque no es uno de los principales síntomas de la gripe, ayudarán a combatir una posible congestión nasal y te sentirás mejor al respirar con facilidad. - Antihistamínicos:
De forma similar a la mencionada en el caso de resfriados, y aunque es un síntoma menos común en la gripe, te pueden ayudar a reducir la secreción nasal. - Analgésicos y antipiréticos:
Alivian el dolor de cabeza y muscular, propios de la gripe, además de las molestias de los procesos febriles. Ejemplo: paracetamol. - Antisépticos y anestésicos locales:
Aunque no es uno de los principales síntomas de la gripe, te ayudarán en el caso de que también aparezcan infecciones bucofaríngeas.
La gripe y el resfriado son enfermedades de origen vírico que dan lugar a cuadros clínicos diversos, multisintomáticos. Aunque ambas tienen unos síntomas similares, no deben confundirse.
El tratamiento más habitual de la gripe y el resfriado tiene como objetivo paliar o controlar los síntomas o molestias derivadas de este tipo de infecciones. La elección de un determinado tratamiento dependerá de cada caso, considerando la variabilidad de los síntomas del proceso en cada paciente y la existencia de otros factores (enfermedades, edad, etc.) concomitantes.
Los antibióticos no curan el resfriado, no son eficaces para tratar los virus. Sólo se deben administrar, bajo prescripción y supervisión médica, en caso de sobreinfección bacteriana y ciertas poblaciones de riesgo. Además del tratamiento farmacológico, algunos remedios pueden ayudarte a sentirte mucho mejor.