Durmiendo bien te proteges de coger un resfriado
Dormir bien para evitar el resfriado
Cogemos un resfriado común cuando entran por nuestra nariz unos microbios llamados rinovirus, que campan a sus anchas por nuestro alrededor en gotitas invisibles suspendidas en el aire y los objetos. Parece difícil que eso, que se produce tal como te lo hemos descrito, pueda tener algo que ver con la calidad y cantidad de nuestro sueño, ¿verdad? Pues, según un estudio realizado por la Universidad de Pensilvania en 2009 dormir habitualmente menos de seis horas implica un mayor riesgo de coger un resfriado que, si somos capaces de hacerlo, al menos, siete. Dirás: ¿cómo es esto posible? Intentaremos explicártelo.
Dormir poco pone a prueba nuestras defensas contra el resfriado
La base de todo es que una de las mejores maneras de mantener tus defensas en forma es durmiendo bien. Pero ¿qué es dormir bien? Sencillamente, no bajar de siete horas diarias de sueño de calidad, es decir, continuo y profundo. Es fácil decirlo, pero, a veces, cumplirlo no lo es tanto.
Cuando una noche no has dormido o lo has hecho de forma irregular, te sientes cansado y te cuesta mantener la atención en el trabajo o el estudio. Pues algo parecido les sucede a tus defensas, lo que hace que tu organismo se vuelva más indefenso ante infecciones y, como una de las infecciones más fáciles de coger es un resfriado, por la frecuente presencia del virus en nuestro entorno, ya puedes imaginar que este es el desenlace que se lleva todas las papeletas.
En el mejor de los casos, ten en cuenta que unas defensas debilitadas abren la puerta a trastornos mucho peores que un simple resfriado.
Consejos para dormir mejor
Si estás sufriendo un deterioro de la calidad de tu sueño, te animamos a que pruebes con estas pequeñas recomendaciones:
Marca una hora fija de acostarte y despertarte .
Limita el consumo de alimentos y bebidas a más de dos horas antes de acostarte y, especialmente, no tomes café, té ni alcohol en ese plazo.
Haz ejercicio físico regularmente , pero acaba unas tres horas antes de acostarte, pues eso ayuda a dormirse.
Relájate antes de ir a la cama con un baño, música suave o leyendo un libro.
El descanso es un pilar fundamental de una vida sana. Si tomas conciencia de su importancia, probablemente, te acatarres menos.